La inseguridad que se tiene al hablar del futuro, es un objeto frustrante en el desarrollo imaginativo, sin embargo se puede divagar en un lugar divertido ausente del mundo real evocador de sensaciones intensas en el interior del ser humano. Es así como productores, actores y demás de la película Gattaca llegaron a crear un ambiente futurista, que da pie a las personas para querer mejor soñar en vez de venir preparados a enfrentarse a una realidad sin luchar para empezar, desarrollar o terminar. Es por esto, que la perfección no se alcanzará, porque aunque vivir se asemeja a lograr; no se llega a ser feliz, sin siquiera haberlo planeado. Teniendo así para los hombres de Gattaca una virtud espeluznante haciendo del humano un cobarde que no encuentra dudas, relaciones o razones a un futuro establecido por lo que quisieron sus padres.
Aún así, es impreciso pensar que un humano sin facultades especiales o en este caso "no valido", puede llegar a alcanzar y superar programaciones genéticas con márgenes mínimos de error. Aunque tal vez los deseos, ambiciones y demás por una ilusión impaciente de sentimientos incontrolados estimulen un organismo libre de modificación genética para alcanzar escalafones. Pero a esto se le opone una barrera impuesta por la ciencia, que hace ver al no modificado como un ser incapaz no digno de ocupar un lugar en grandes cargos.
Tomando como referencia lo antes dicho, debo compartir, que la evolución científica, especialmente genética, en mi visión como futuro médico, padre y hasta psicólogo, sesga al hombre, pues lo hace estable en la praxis del tema para el cual este adecuado, pero sin avance ni retroceso en este, pues no hay una motivación que haga ameno su proceso y facilite nuevos conocimientos elementos, etc. Esto afectando todo campo, incluso al de la salud, pues se perdería la esencia de aquel médico luchador que obtiene sus saberes durante toda su vida dando importancia a la experiencia, para pasar a un estudiante con saberes incontrolables que ejecutan sus tareas por medio de programaciones que impiden soluciones a cierto tipo de enfermedades que se vuelven más sociales, que biológicas o mentales.
Es así como se corta radicalmente la importancia que abarca una historia y una vida, en la que el hombre se preocupa ya no por un futuro sino por un simple pasaje continuo que adormece los sentidos, decayendo cada día hacia un camino sin regreso ni punto de partida; en el que circulan caminantes que algún día pudieron ser motivados a tomar riesgos en los que se gana o pierde, según los designios de la existencia.
